domingo, 3 de febrero de 2008

Parques

Siempre me hace gracia lo que les encanta en este país prohibir cosas, ya os lo dije el otro día cuando os hablaba de las prohibiciones en el metro. Aquí hay un par de casos más, que en mi opinión son bastante curiosos.

En Somerville (el suburbio de Boston donde yo vivía) hay un parquecito, nada más que una extensión de hierba en Holland Avenue, en cuya puerta se ven estos carteles:

Veamos. A este parque no se puede traer el perro. Está cerrado de 10 de la noche a 8 de la mañana. No se puede jugar a golf. Pero lo mejor es que no se puede jugar al fútbol ni al fútbol americano. Entonces, ¿qué se puede hacer en este parque? En una esquina hay un pequeño campo de béisbol, o sea que se puede jugar a béisbol, pero parece que eso es lo único que se puede hacer. Si tú quieres ir a pegarle unas patadas al balón o pasarte una pelota de fútbol americano, te aguantas. Aunque el parque esté vacío.

En el St. Nicholas Park, al lado de mi casa en New York, sí se puede llevar al perro. Hay una zona especial para perros. Perfecto. Eso sí, está vallada. Aquí tenéis una foto:

En el cartelito pequeño pone: "No people except in the company of a dog." Es decir, hay zona para perros, y está prohibido entrar si no llevas perro. Hombre claro, no iban a quedarse sin prohibirte nada. Y otra vez, si a ti simplemente te gustan los perros y te apetece sentarte a ver cómo juegan, pues te aguantas o miras desde detrás de la valla.

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