Estuvo bien, pero me pareció un poco pequeña y nada del otro mundo, el SIMO le da diez vueltas. Así y todo, pasamos el rato, vimos alguna que otra novedad, y lo mejor fue un stand en el cual regalaban tatuajes con el logo de la marca.
A esos tatuajes, cuando yo era niño, les llamábamos calcomanías :)
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