viernes, 5 de octubre de 2007

El metro de New York

No podía faltar en este blog una entrada sobre el metro. El metro de New York es realmente el alma de la ciudad, sin el cual ésta se colapsaría inmediatamente. Con 2058 millas de vías, 734 estaciones, y más de 4 millones de viajeros al día, es el sistema imprescindible de moverse por New York. Todo el mundo en New York va en metro, ricos y pobres, blancos y negros. Hasta el alcalde va a trabajar en metro.

El metro de New York tiene varias particularidades que lo hacen distinto a los demás. Por ejemplo, es tan grande, que hay líneas locales y líneas exprés. Las líneas exprés sólo paran cada cuatro o cinco estaciones, y son una maravilla para cuando tienes un desplazamiento largo. Evidentemente, las líneas locales y las líneas exprés no pueden circular por la misma vía, a pesar de que comparten estaciones. Esto es posible porque cada línea tiene cuatro vías, dos en cada dirección. Ésta es la característica más importante del metro de New York, en cada dirección hay dos vías: la vía local y la vía exprés. En la imagen, que es un detalle del mapa (de la zona de la 5ª Avenida), podéis ver por ejemplo la línea verde (4,5 y 6). Las líneas 4 y 5 son exprés, mientras que la 6 es local. En la calle 59 y en la 42, paran todas, mientras que en la 23, la 28 ó la 33 sólo para la 6. Igualmente, en la naranja, la B es local mientras que la D es exprés. La única manera que las líneas exprés puedan adelantar a las locales es que circulen en vías distintas.

Como todo el mundo sabe, el metro de New York funciona las 24 horas del día, 7 días a la semana. Otra vez, esto es posible gracias a las cuatro vías en cada línea. En cualquier metro del mundo, las vías necesitan mantenimiento, y para poder hacer ese mantenimiento, se necesita que las vías estén paradas un tiempo (normalmente por la noche). Por eso el metro de Barcelona cierra de 12 a 5 (en día laborable). Yo tuve un alumno que trabajaba en el mantenimiento del metro, y me contaba que iban toda la noche para arriba y para abajo por las vías arreglándolas.

En New York, gracias a la cuádruple vía, las vías pueden arreglarse, y el servicio puede seguir funcionando; simplemente, mientras arreglan una de las dos vías de un sentido, esa línea puede funcionar en la otra vía. Eso trae que por la noche, o en fin de semana, las líneas locales o exprés pueden cambiar en cualquier momento o circular por una vía distinta de la que circulan normalmente. En fin de semana, de repente vas en un tren y por los altavoces dicen que ese tren, que hasta ese momento era local, lleva retraso, y que para ir más rápido se convierte en exprés. Con lo cual ya veis a gente bajándose porque de repente ese tren no para en su estación, y otros encantado porque así llegan más deprisa. O te encuentras con que el tren viene por una vía que no es la habitual.

Cada fin de semana hay una ristra de cambios, motivados por el mantenimiento, y que podéis consultar en la página correspondiente a cada fin de semana. Los empleados cuelgan unos carteles en cada estación, que hay que leer si coges el metro en fin de semana o de noche, porque la línea que tú quieres coger puede haber cambiado.

Como podéis ver, este próximo fin de semana (6 al 8 de Octubre) la línea C no funciona. En la letra pequeña pone que en vez de la C hay que coger la A (que es la línea exprés de la misma vía). Con lo cual si esperabas que la A fuera exprés, pues no, porque se ha convertido en local. Etcétera.

El metro de New York tiene hasta su propia canción de jazz (Take the "A" train, de Duke Ellington). En ella se explica que el tren A es la manera más rápida para ir a Harlem.

El billete cuesta 2 dólares. Si cargas una MetroCard te sale el billete por 1 dólar con 66 centavos. Y también hay abonos diarios, semanales o mensuales. Yo uso ahora mismo uno mensual, que vale 76 dólares.

En fin. El metro de New York es caro, sucio y caótico. Pero al mismo tiempo, rápido y fiable.

1 comentario:

Anónimo dijo...

LA veritat és que aquest cap de setmana he pogut comprovar en primera persona tot el que expliques del metro, incloses les equivocacions de sentit. Hi ha tantes línies i vies que es fàcil embolicar-se!