Central Park

El otro día me fui a pasear por Central Park. El parque, como lo llaman los neoyorquinos, es el corazón y el pulmón de la ciudad. El tipo que tuvo la genial idea de salvaguardar esa parte de Manhattan de la especulación inmobiliaria y hacer un parque tendría que ser recordado cada mañana en toda la ciudad.

Este parque, de 4km de largo y 500m de ancho, es el sitio favorito de relax de la ciudad de New York, con dos pistas de patinaje sobre hielo, varios lagos, caminos separados para peatones, ciclistas y caballos, incluso tiene una reserva de vida salvaje. Es un sitio favorito de descanso de las aves salvajes migratorias que se acercan por aquí, que encuentran un oasis donde pararse entre tanto cemento. Hay gente que va al parque en la época de la migración especialmente a observar pájaros de especies raras.

Aparte de todo eso, también contiene en su interior el Metropolitan Museum of Art, y enfrente del parque también se encuentra el Museo de Historia Natural. Los edificios más caros de New York son los que dan al parque, claro, donde la vista no está interrumpida por otro edificio y se te abre una extensión verde enfrente de tu ventana.

El famosísimo Reservoir, el lago que está en el centro del parque, tiene a su alrededor una pista, favorita de los adictos al footing en la ciudad.

En cuanto caiga la primera nevada prometo ir y hacerle otras fotos a Central Park todo cubierto de nieve.