Ziggy, Alicia y el pequeño Sergei

Mis amigos Ziggy y Alicia han sido tan amables de acogerme en su casa en mi visita a Boston. Son una pareja encantadora. Ziggy es también matemático, profesor en Tufts University, donde trabajábamos juntos, y su mujer Alicia es profesora de inglés en el Bentley College.

Alicia me contaba ayer una anécdota magnífica. Ziggy y Alicia tienen un amigo, de nombre Misha Brin, otro matemático, en la Universidad de Maryland. Una vez, ya hace años, Ziggy y Alicia visitaban a Misha, y por allí andaba el hijo de éste último, el pequeño Sergei, de 11 años. Alicia se sorprendió porque el pequeño Sergei se pasaba el día entero hablando de ordenadores. Alicia, que no entiende de informática, le preguntó por qué le gustaban tanto los ordenadores, y el pequeño Sergei, muy serio, incluso pomposo, le contestó que en ellos se podía almacenar toda la información del mundo. Dicho y hecho. Esto, que podría ser una monumental vacilada en un chico de 11 años, no lo era. El muchacho, que a los 11 años quería almacenar toda la información del mundo, parece que lo está consiguiendo. Al cabo de los años, junto a un amigo suyo, el pequeño Sergei fundaría una pequeña empresa de informática de la cual quizás hayáis oído hablar. Se llama Google.